Los productos de las abejas aportan grandes beneficios para nuestra salud

La miel es el producto más conocido de entre los que elaboran las abejas. No obstante, no es el único que se puede conseguir en las colmenas, sino que existen hasta siete productos diferentes que proceden de este insecto. Todos ellos tienen interesantes propiedades y beneficios para la salud.

Miel

La miel es elaborada por las abejas a partir del néctar de las flores o las secreciones de las partes vivas de algunas plantas. Tras la recolección, las abejas mezclan el néctar con sustancias propias (enzimas) que almacenan en los panales de la colmena de los que, tras un periodo de maduración, se obtiene la miel.

Los beneficios de la miel para la salud son diversos: es fuente de energía, alivia la tos y el dolor de garganta, es fuente natural de antioxidantes, tiene potencial antibacteriano, mejora el tránsito intestinal, hidrata la piel, ayuda a sanar heridas y quemaduras y mejora la digestión. Además puede ayudar a combatir el insomnio y a disminuir los síntomas de la alergia.

Própolis

El própolis o propóleo es una sustancia de textura viscosa que las abejas elaboran a partir de la resina de determinados árboles. Las abejas mezclan esta resina con las secreciones de algunas de sus glándulas (saliva, cera y polen) y usan la sustancia resultante (própolis) para cubrir las paredes de la colmena, rellenar grietas, endurecer las celdillas del panal y protegerlo frente a virus y bacterias.

Aunque los beneficios del propóleo varían en función de la variedad de la que se trate, en general tiene propiedades antibióticas, antivíricas, cicatrizantes, antifúngicas, antiinflamatorias y antioxidantes. Gracias a ellas tiene múltiples beneficios para la salud: mejora el sistema respiratorio, trata problemas digestivos, elimina afecciones de la piel, favorece la circulación, combate problemas ginecológicos y urinarios, favorece la curación de la boca y ayuda a dormir bien.

Polen

Las abejas recogen el polen de las flores y lo transforman en granitos tras mezclarlo con sus excreciones o miel regurgitada. La composición del mismo varía según el origen floral, pero en general contiene gran cantidad de proteínas, vitaminas (especialmente del grupo B), aminoácidos y minerales. Se utiliza como complemento alimenticio, pues proporciona energía y remineraliza el organismo. Además sirve para tratar episodios de accidente cerebrovascular y problemas de tensión arterial.

Jalea real

Las abejas obreras fabrican la jalea real en sus glándulas hipofaríngeas para alimentar a la abeja reina y sus larvas. Este producto contiene aproximadamente un 70% de agua y destaca por su gran cantidad de proteínas, vitaminas (principalmente del grupo B) y minerales. La jalea real tiene también numerosos beneficios para el organismo: es estimulante y revitalizante (por lo que mejora el rendimiento físico y mental), ayuda a controlar los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre, es antiséptica y bacteriostática, regula trastornos digestivos y retrasa el envejecimiento de la piel.

Cera

La cera es la sustancia segregada por las abejas obreras para construir los panales de la colmena. Este producto tiene propiedades cicatrizantes y antiiflamatorias, además de ser muy nutritivo para la piel y el pelo. Precisamente por esto último se usa como ingrediente en productos cosméticos (bálsamos labiales, cremas, pomadas, mascarillas faciales…).

Veneno

El veneno que las abejas producen para defenderse (apitoxina) también se puede usar medicinalmente de forma controlada. La apitoxina potencia el sistema inmunológico (protegiendo al organismo de enfermedades), tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, potencia la relajación y corrige problemas circulatorios. Además se ha demostrado que el veneno provoca una estimulación de la hipófisis que puede ser clave para que el organismo regenere los cartílagos. Por todo ello resulta adecuada para tratar lesiones deportivas, traumatismos, artritis y otras enfermedades musculares, circulatorias o cutáneas.